Museo Nacional y Zona Arqueológica de Altino

El nuevo museo, recientemente inaugurado en un típico complejo rural renovado, está situado en la vasta zona arqueológica donde se desarrolló por primera vez el asentamiento prerromano y luego la ciudad romana de Altinum, en el borde de la laguna norte de Venecia. La presente exposición se desarrolla en dos plantas de un antiguo molino de arroz del siglo XIX siguiendo un itinerario cronológico-temático: las secciones dedicadas a la prehistoria de la zona y el Altino prerromano en la planta baja y la ciudad romana en sus diversas expresiones de Vida cotidiana, social y económica en el primer piso. Por primera vez se exponen restos prerromanos que documentan el nacimiento y desarrollo de la ciudad junto con reconstrucciones de importantes entierros celtas y romanizados. La sección dedicada a los caballos enterrados con sus arneses es la única que recuerda el valor que tenían estos animales entre los antiguos venecianos.

Una sección alberga los testimonios de la lengua venética, a menudo presentes en los exvotos, como por ejemplo la cerámica utilizada en los ritos para documentar los cultos practicados por los antiguos venecianos junto con otros testimonios de devoción. Herramientas de la vida doméstica, rica cerámica y vidrio, ornamentos preciosos, junto con los testimonios de las diversas y famosas producciones de Altinati, como las preciadas lanas, así como los importantes monumentos de la ciudad ilustran la prosperidad de la ciudad romana. El itinerario finalizará en la tercera planta del edificio con el apartado dedicado a las costumbres y tradiciones funerarias romanas y a la Baja Antigüedad-Alta Edad Media. En el exterior, en el jardín del Museo, se reconstruirán cinco recintos funerarios y dos mausoleos monumentales para recordar los ricos monumentos funerarios encontrados a lo largo de las vías consulares, como Annia y Claudia Augusta. De excepcional interés será la exposición dedicada al santuario empórico encontrado durante las obras de construcción del museo, con dedicatorias al dios epónimo Altino, para resaltar el importante papel de puerto comercial desempeñado por la ciudad prerromana y romana.