El Museo de Arte Chino y Etnográfico de los Misioneros Saverianos de Parma comenzó en 1901, expresamente deseado por el fundador Guido M. Conforti. Al final de la grandiosa Exposición Universal de Turín, organizada en 1898, el senador Fedele Lampertico donó algunas piezas valiosas a monseñor Guido M. Conforti, obispo de Parma y fundador de los Saverianos. El museo representa un contenedor artístico y documental de excepcional importancia, fruto de un largo y tortuoso camino. Durante varias décadas, los Saverianos trabajaron exclusivamente en territorio chino y fue precisamente a los misioneros presentes en China a quienes Conforti se dirigió, pidiéndoles que enviaran periódicamente a Parma objetos significativos de arte y vida local. La última entrada directa desde China a través de los misioneros fue en 1947; con la toma del poder por parte del comunismo se puso fin a la misión saveriana en China. A partir de los años 60, material de naturaleza etnográfica que llegaba de otros países de Asia, África y América Latina, hizo que el museo se enriqueciera con aspectos culturales, testimonio de la vida de tres continentes.

Con la inauguración del 1 de diciembre de 2012, el Museo de Arte Chino y Etnográfico ha experimentado una radical y ambiciosa reestructuración, una inversión en el campo de la cultura dirigida principalmente a visitantes y escuelas de todo tipo y nivel.

El Museo guarda el compromiso del Instituto Saveriano por la cultura y la promoción de las grandes tradiciones religiosas y culturales en favor de la Madre Tierra y la universalidad. Un museo con una fuerte identidad internacional por el valor de sus materiales y la modernidad de las soluciones arquitectónicas y expositivas.