Las menores dimensiones en comparación con los otros cuatro lienzos dedicados a Hércules han hecho dudar de si esta obra pertenece a la serie dedicada a los trabajos, aunque iconográficamente constituye su conclusión ideal. De hecho, el lienzo representa el feliz epílogo de la historia del héroe, salvado por su padre Júpiter del fuego de la hoguera y acogido en el Olimpo. Hércules está a punto de casarse con la diosa de la eterna juventud Hebe, vestida de azul, y unirse a los dioses inmortales. En la parte superior izquierda, Júpiter, con la corona, parece dirigirse al personaje del sombrero de plumas representado en la esquina: es quizás el autorretrato del pintor, que quería incluir en la composición rasgos juveniles.

La escena muestra el fondo a la derecha: Hércules huyendo desgarrado por su túnica envenenada y las tres Horas esperando para darle la bienvenida al Olimpo.

La pintura pasó a formar parte del patrimonio de la Galleria Nazionale della Liguria gracias a la generosa donación de un coleccionista privado.