La fotografía Girls in Car (2005) forma parte de una serie de cuatro imágenes en las que Aliabadi documentó el fenómeno social de las veladas en el coche, característico de la joven clase media urbana del Irán de los años 2000. Los jóvenes de Therane, limitados para socializar con el sexo opuesto en el espacio público, utilizaron los viajes en coche como pretexto para interactuar, provocando atascos masivos en las calles del norte de la ciudad. La fotografía, como las demás de la serie, retrata a un grupo de amigas que, vestidas y maquilladas como para salir por la noche, participan en esta especie de coreografía motorizada a distancia. Algunas chicas sonríen a la cámara de Aliabadi, otras, más tímidas, la miran asombradas. En palabras del artista “cada vez que mi flash se disparaba en la calle llamaba mucho la atención. Las chicas del coche tenían mucha curiosidad y empezábamos una larga conversación amistosa sobre por qué estaba tomando las fotos, qué haría con ellos, dónde se publicarían, etc. ". El proyecto propone una reflexión íntima y oportuna sobre formas inesperadas de socialidad y sobre los preconceptos que influyen en la mirada de la mayoría de las personas, especialmente en el caso de contextos que van más allá de la norma eurocéntrica. "Esta imagen de mujeres limitadas por la tradición y el hijab no se acerca en absoluto a la realidad aquí. Todas tenían música puesta y charlaban entre los coches, se miraban y conversaban con chicos en otros coches".

En los casi veinte años que nos separan del momento en que se tomaron las fotografías, el trabajo de Aliabadi ha adquirido muchos niveles de complejidad, convirtiéndose en testimonio de un momento histórico preciso dentro de la larga y compleja historia de la emancipación femenina en Irán. Mirar hoy esta imagen nos recuerda inevitablemente al gran movimiento de protesta que surgió tras la muerte en circunstancias sospechosas de Mahsa Amini, detenida por la policía religiosa en Theran por uso incorrecto del hijab en septiembre de 2022. Reprimida con violencia por las fuerzas de seguridad iraníes. , las manifestaciones fueron las más grandes y consistentes en el país desde 2009 y atrajeron una gran participación de la comunidad internacional, que se unió a la población iraní en protesta con el grito común de "mujer, vida, libertad". Un año después de aquellos hechos, ante una batalla por los derechos humanos que aún está lejos de terminar, el cartel quiere hacer de eco de la voz de Aliabadi, para hacer formas de narración del ayer que son fundamentales para comprender la complejidad del hoy.