La antigua colonia romana de "Portus Lunae" fue fundada en el año 177 aC en la desembocadura del río Magra tras duras batallas contra los ligures por la conquista del territorio. La ciudad se convirtió en un centro próspero y tuvo una vida muy larga hasta el siglo XIII, cuando su decadencia (las crecidas del río Magra cambiaron la llanura desplazando mucho más la línea de costa) fue mencionada por Dante Alighieri en el XVI Canto del Paradiso.

La prosperidad de Luni, debida a la gestión directa de las canteras de mármol -hoy Carrara pero que en época romana se llamaba "Lunense"- y su comercio, se reconoce aún hoy en el lujo de los antiguos mosaicos de las domus, en la frescos de las paredes y en la majestuosidad de los edificios públicos y religiosos.

La ciudad de Luni, rodeada de murallas y frente al mar, estaba organizada en bloques rectangulares alargados y tenía un gran espacio público, el foro, en el que se cruzaban el cardo y el decumanus y que aún hoy son parcialmente accesibles. El Capitolio dedicado a la tríada capitolina Júpiter, Juno y Minerva dominaba el foro; más al norte estaba el Gran Templo, dedicado al culto de la diosa Luna. El recorrido finaliza con una visita al extraordinario anfiteatro imperial que aún hoy se conserva en sus estructuras principales.