Villa Adriana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, fue construida entre el 118 y el 138 d.C. por el emperador Adriano, en una zona verde y rica en agua cerca de Tívoli, la antigua Tibur. Villa Adriana en Tívoli se extendía sobre una superficie de al menos ciento veinte hectáreas, incluyendo viviendas, termas, ninfas, pabellones y jardines. Los diversos edificios estaban conectados entre sí, además de por caminos superficiales, también por una red de calles subterráneas y aceras para los servicios. Extraordinaria fue la riqueza del aparato decorativo, hoy disperso entre importantes museos y colecciones de Europa, debido a los saqueos. Actualmente la superficie visitada es de aproximadamente 40 hectáreas.