Dentro de estos bordados irregulares hay unos adoquines. Ya no cumplen su función y por lo tanto están abandonados en la calle. Lo que me gustaría hacer es darle una nueva cara a las cosas. A través del bordado , el objeto adquiere una sensación de protección y una ligereza tal que hace que él mismo y los demás pierdan su propósito principal. El número 12 es un valor que se suele atribuir al tiempo. La luna completa su ciclo de rotación 12 veces en un año. 12 son los meses que componen un año. Los materiales que utilizo están íntimamente ligados al tiempo y su fluir. En este caso, los adoquines han asumido su función de calle durante mucho tiempo. Uso objetos plantados por el hombre. En cambio, el acto de bordar me hace olvidar el tiempo. Mientras los recorro, el flujo del tiempo fluye como si no existiera, pero al mismo tiempo me sumerjo totalmente en él para observar la esencia de las cosas.