La edícula funeraria de las tumbas monumentales son un testimonio admirable del sincretismo cultural y religioso que caracterizó a la población de la antigua Lilibeo (Marsala). La representación principal, recurrente en el fondo, es una escena de banquete fúnebre. Muestra al difunto semirecostado en la cama, entregando una ánfora a una mujer sentada. Entallados, espejos, instrumentos musicales de percusión, objetos de uso doméstico, sirvientes, guirnaldas y festones de flores y frutas, entre ellos la granada que alude al culto del más allá, completan la escena. Numerosos son los símbolos relacionados con la religión púnica, entre los cuales destaca el signo de Tanit (la divinidad más ampliamente venerada). Las inscripciones en caracteres griegos indican finalmente el nombre latino del difunto, acompañado por la fórmula ritual "bello héroe".