Andrea Mantegna (Isola di Carturo, 1431 - Mantua, 1506) fue uno de los más grandes artistas del Renacimiento del norte de Italia. El pintor trabajó extensamente entre Mantua, Padua y Ferrara y gracias a su originalidad y pasión por el arte clásico logró tener el título de caballero. La formación artística que recibió en el taller de Squarcione le permitió adquirir una importante cultura anticuaria que fue la base de muchas de sus obras maestras.
En Padua, en la Capilla Scrovegni, pudo ver los frescos de Giotto, pero Paolo Uccello y Filippo Lippi también habían trabajado en la ciudad: en definitiva, el ambiente humanista de Padua fue muy estimulante para Mantegna. Las obras del pintor son conocidas por sus experimentos sobre la perspectiva y el ilusionismo espacial. Andrea Mantegna influyó en los grandes pintores de la época como Albrecht Durer, Giovanni Bellini y Leonardo da Vinci. Artista libre para expresar su arte en la corte de Gonzaga, cuando llegó al Vaticano, lejos de su patria, permaneció solo dos años en Roma y luego regresó a su amada Mantua.