Una historia dentro de la historia, una saga, la de los Amarelli, que comenzó alrededor del año Mil y continuó a lo largo de los siglos entre Cruzadas, compromiso intelectual y agricultura. Una historia para tocar con las manos, para leer, para escuchar, para vivir en el Museo de la Regaliz Giorgio Amarelli.

Grabados, documentos, libros, fotos de época pero también herramientas agrícolas, objetos cotidianos y espléndidos trajes antiguos que testimonian la vida de una familia que valora las raíces subterráneas de las plantas de regaliz que crecen de forma espontánea en la costa jónica, y que se convierten en el escenario de un museo único en el mundo.

El gran espacio del "Concio", que data de 1731, representa perfectamente la idea del paso del tiempo entre el pasado y el presente. Acompañados por atentas asistentes del museo, descubrirán los secretos del procesamiento del regaliz, los haces de raíces listos para ser procesados, las instalaciones modernas para la extracción, los antiguos cocedores donde se espesa la pasta negra de regaliz y las matrices de bronce que le dan forma y grosor, en una visita al proceso productivo siempre inmersa en el dulce aroma del regaliz y que, al igual que el museo, cautiva a todos, adultos y niños.

El humero, con las iniciales del Barón Nicola Amarelli, se alza imponente desde el techo del concio, en cuya base se encuentra el "Museo Open Air" con una exposición realmente única de piezas industriales de época. 

Una aventura inédita que transporta a la realidad de un pasado floreciente y cuenta el presente de un producto excelente para degustar, al final del recorrido, en la Tienda de Regaliz y en el Museo Café. Desde el palo de madera sin refinar hasta los regalices puros o con menta y anís, desde los gomosos de naranja, limón, violeta, hasta los confites delicadamente coloreados, nuestro regaliz adquiere formas y sabores diferentes. Por último, el Auditorio "Alessandro Amarelli", un gran espacio con más de cien asientos que siempre ha sido parte integral del complejo de finales del siglo XVIII, es hoy un ambiente acogedor, el corazón latente de la vida cultural y de los eventos del Museo de la Regaliz. Las visitas son siempre guiadas, y además del italiano, se realizan en los idiomas más comunes: francés, inglés y alemán, y bajo petición en ruso, español y portugués. Una experiencia inolvidable os espera en el Museo de la Regaliz Giorgio Amarelli.