La Abadía de Santa Maria Staffarda en Revello fue fundada entre 1122 y 1138 en el territorio del antiguo Marquesado de Saluzzo. En pocas décadas, la Abadía había alcanzado una gran importancia económica como lugar de recolección, procesamiento e intercambio de los productos del campo circundante, fertilizado por los monjes con extensos y complejos trabajos de recuperación. La importancia económica había traído privilegios civiles y eclesiásticos a la abadía que la convirtieron en la referencia de la vida política y social del territorio. En 1690 los franceses, dirigidos por el general Catinat, invadieron la Abadía, destruyendo el archivo, la biblioteca, parte del claustro y el refectorio; de 1715 a 1734, con la ayuda financiera de Vittorio Amedeo II, se llevaron a cabo obras de restauración que alteraron en parte las formas góticas originales de la arquitectura. Con la Bula Papal del Papa Benedicto XIV, en 1750, la Abadía y sus bienes pasaron a ser propiedad de la Orden de las SS. Maurizio y Lazzaro, y erigida en la Commenda. Del conjunto abacial se aprecia especialmente la Iglesia, con el Políptico de Pascale Oddone y el grupo de madera del siglo XVI de la Crucifixión, el Claustro, el Refectorio, con restos de una pintura que representa la "Última Cena", la Sala Capitular, la Casa de invitados; los otros edificios constituyen el llamado "concéntrico" de Staffarda, es decir, el pueblo, que aún conserva las estructuras arquitectónicas históricas funcionales a la actividad agrícola, como el mercado cubierto en la plaza frente a la Abadía y las granjas.