El Museo Antiquarium Arborense se encuentra en Oristano . La razón por la que se creó un museo arqueológico en Oristano en 1938 radica en el legado moral de Tharros, del que se jactaba Oristano, que se convirtió en la sede del arzobispo y juez de Arborea en 1070, acogiendo a los refugiados de Tharros.

Desde entonces, los habitantes de Oristano transportaron los spolia, es decir, los mármoles, las columnas, los capiteles y los bloques cuadrados de Tharros , desde su ciudad madre para construir la catedral, las iglesias, los monasterios, los palacios y las murallas con torreones de la ciudad.

En Oristano se habían formado las colecciones más destacadas de antigüedades tharrensi, incluidas las del juez Francesco Spano, las de los nobles Paolo Spano, Salvatore Carta y la del anticuario Giovannico Busachi. Una parte fue adquirida por el museo de Cagliari, mientras que otra permaneció en Oristano, donde un joven abogado de Sèneghe (OR), Efisio Pischedda (1850-1930), inició la creación de la mayor colección privada de antigüedades existente en Cerdeña.

La colección Pischedda se convirtió en un punto de referencia para la arqueología nacional e internacional: podemos recordar la visita del prehistoriador francés Émile Cartailhac, de Friedrich Von Duhn, director del Institut für Klassische Archäologie de la Universidad de Heidelberg, de Thomas Ashby, director del Instituto Británico Scholl en Roma, Giovanni Pinza, Giovanni Patroni, Antonio Taramelli y otros eruditos de gran fama.

Tras la muerte de Pischedda, en 1930, el Superintendente de obras de antigüedad y arte de Cerdeña, Doro Levi, obtuvo del Ayuntamiento de Oristano el compromiso para la compra de la importante colección, que constituía el fondo municipal del Antiquarium Arborense desde 1938. La actual sede neoclásica de mediados del siglo XIX, que perteneció al senador Salvatore Parpaglia, fue abierta al público el 28 de noviembre de 1992.