El pequeño museo de Castiglione d'Orcia está ubicado en el antiguo oratorio de San Giovanni Battista, que data de finales del siglo XVI-principios del siglo XVII, y alberga tres verdaderas obras maestras que hacen de este espacio expositivo un destino imperdible para los que van a Val d'Orcia. En el museo se encuentran, de hecho, las pinturas realizadas para Castiglione y Rocca d'Orcia por algunos de los principales exponentes de la escuela sienesa de los siglos XIV y XV: Simone Martini, Lorenzo di Pietro conocido como il Vecchietta y Giovanni di Paolo. , con tres espléndidas Vírgenes con Niño. A estos se unen luego una serie de ajuares litúrgicos de iglesias y cofradías de la zona, entre los que destacan dos moldes para pan bendito y hostias.

Saliendo del museo, se llega a la cima del pueblo desde donde se puede ver la imponente Rocca di Tentennano, a la que se puede subir a través de un sugerente paseo de 300 metros. El paisaje a lo largo de la carretera se abre a las onduladas colinas de Val d'Orcia y Montalcino. La torre, que se eleva 20 metros sobre un espolón de piedra caliza, se recuerda por primera vez en el año 853 como posesión de la abadía de Monte Amiata y siempre tuvo un papel estratégico de gran importancia debido a su posición privilegiada en la Via Francigena.

La fortaleza perteneció a la familia sienesa Salimbeni en los siglos XIV y XV y, en 1367, se alojó allí Santa Catalina de Siena, quien, siendo analfabeta, recibió aquí mismo el don divino de la escritura. Hoy la fortaleza está abierta al público y alberga exposiciones de arte. Subiendo a la terraza, la vista que se presenta al visitante sin duda recompensa el esfuerzo: la vista va desde el Monte Amiata al sur, al Monte Cetona al sureste hasta las primeras ramificaciones de los Apeninos al este y al norte. .