Único en su género, el Museo del Tiempo nos lleva a un viaje por la Historia y el Tiempo.

Ubicado en el Palacio Granvelle, un espléndido edificio renacentista, el museo rinde homenaje a la historia y la tradición relojera de Besançon. Recorriendo las tres plantas del edificio, el visitante se propone descubrir ricas y variadas colecciones, desde el reloj de sol hasta el reloj atómico, pasando por los tapices de la historia de Carlos V. Frente a la perenne búsqueda del hombre por medir el tiempo, es también el Tiempo en su dimensión simbólica y en su inevitable fuga para ser evocado a través de objetos preciosos y pinturas antiguas. Después de admirar el péndulo de Foucault, que nos muestra que la tierra está girando, la visita finaliza con la torre del palacio, que ofrece una magnífica panorámica sobre los tejados de la ciudad y la Ciudadela.