La figura alegórica de la Justicia se representa en el centro de la bóveda con una espada, emblema de su poder, y una balanza, símbolo de su imparcialidad. En el centro está Júpiter sentado en un trono de nubes con el cetro y el águila, que sostiene un rayo con su pico. Este último está atrapado en el acto de dirigir la Justicia a las otras divinidades, incluida Juno, con el pavo real en primer plano. Es por tanto Júpiter quien mueve la justicia, advertencia del control que ejerce la divinidad sobre los hechos humanos.

El fresco ocupa la pared este de la Galería de la Capilla y está asociado con el tema de Hércules derrotando a Cerbero, representado en la pared opuesta. Ambos eventos eran bien conocidos y podían contar con una sólida tradición visual de referencia. Según la mitología griega, Prometeo fue castigado por Zeus por robar el fuego de los dioses para entregárselo a los hombres. En la escena del Tormento se representa a Prometeo atado al suelo con cadenas, mientras un ave rapaz le desgarra el hígado.

Baco y las demás deidades pintadas al fresco en la Galería de los Espejos simbolizan la causa de la ruina de los grandes imperios del pasado: son los representantes de la religión de los antiguos que nunca conocieron la fe cristiana. A diferencia de la familia Durazzo, mecenas de este ciclo de frescos, se identifican como defensores de las virtudes cristianas. El fresco "El triunfo de Baco" ocupa la cúpula oriental sobre la entrada. La escena se concibe en un espacio imaginario por encima de las nubes, en una terraza semicircular. En el centro está Baco sobre un carro dorado tirado por dos leopardos, está coronado por una rama de hiedra y tiene la compostura clásica de una estatua antigua, desnudo y sólo parcialmente cubierto por una piel de leopardo. Coge una vara con hiedra enroscada a su alrededor, símbolo de fertilidad. Una ménade baila frente a él, sacudiéndole el tímpano; en primer plano un joven y una satírica duermen borrachos sobre las nubes y Arianna está desnuda y en el centro de la escena. El episodio representado parece similar al del encuentro entre Baco y Ariadna, justo antes del triunfo.

La figura alada está pintada en el centro de la bóveda contra el cielo despejado y representa una de las invenciones más originales del pintor genovés. La fama, el mensajero de Júpiter, es reconocible por el atributo inevitable: la trompeta larga y resonante. Es casi seguro que la fama a celebrar fuera la de la familia Balbi, propietaria de la casa en el siglo XVII. Los tres signos astrales de la izquierda podrían aludir a uno o más miembros de la familia. También hay un pez bastante similar al presente en el escudo de armas de Balbi. Además, la Fama "dei Balbi" parece estar representada sólo en su sentido positivo, sin la segunda trompeta, en alusión a la calumnia.