El Museo del Vidrio del Palacio fue fundado en 1861 por iniciativa de Antonio Colleoni, entonces alcalde de Murano, y del abad Vincenzo Zanetti.

El edificio, que ahora alberga el museo, fue construido como residencia patricia en las formas típicas del gótico florido , de las que quedan vestigios en la columna con capitel del atrio y en las ventanas de la fachada al patio.

En 1689 el obispo de Torcello , Marco Giustinian, trasladó aquí su sede y luego compró el edificio para donarlo a la diócesis. Luego fue renovado radicalmente, según un proyecto del arquitecto Antonio Gaspari .

De aquellos años, en el primer piso noble, permanece el techo de la sala central, pintado al fresco por Francesco Zugno (1709-1787), con cuadratura (motivos arquitectónicos) de Francesco Zanchi (1734-1772), que representa el Triunfo de San Lorenzo Giustiniani , antepasado de la familia y primer patriarca de Venecia.

El edificio siguió siendo la sede de la diócesis de Torcello hasta que fue suprimido en 1805. Luego pasó al Patriarcado de Venecia, que lo vendió en 1840 al Municipio de Murano, del que se convirtió en sede. En 1861, el primer núcleo del museo-archivo de la isla se instaló aquí, en la sala central, y luego se fue extendiendo a todo el edificio. En 1923 Murano pasó a formar parte del Municipio de Venecia, que por lo tanto también adquirió el palacio y el museo.

El Museo del Vidrio nació con la idea de establecer un archivo de testimonios sobre la historia y la vida de la isla , que, desde la caída de la República de Venecia (1797), ha vivido un largo período de crisis, a partir del cual comienza a recuperarse. El museo pronto se hizo cargo del archivo, gracias a numerosas donaciones de vidrio antiguo y contemporáneo de los hornos de Murano, que en la segunda mitad del siglo XIX volvió a trabajar intensamente.

En apoyo a su actividad, el abad Zanetti en 1862 también anexó al museo una escuela donde los vidrieros estudiaban dibujo y el vidrio del pasado allí conservado.

Después de la anexión de Murano al Municipio de Venecia en 1923, el museo pasó a formar parte del patrimonio de la ciudad, las colecciones fueron reorganizadas en 1932 por Giulio Lorenzetti y Nino Barbantini y enriquecidas con vidrio de otras colecciones cívicas venecianas. El museo adquiere así preciosas piezas renacentistas y posteriormente, gracias a depósitos de la Superintendencia de Arqueología, también un importante núcleo de vidrio antiguo procedente de excavaciones. Las compras y donaciones continúan en el tiempo para aumentar las colecciones, incluidas las obras contemporáneas.