Esta presentación nació del encuentro entre el extraordinario patrimonio del Departamento de Dibujos y Grabados de la Fondazione Musei Civici di Venezia y la previsión de Save Venice, que reúne una selección de 64 dibujos restaurados, parte de tres álbumes de tantos maestros de el siglo XVIII veneciano: Giambattista Tiepolo, Pietro Longhi y Francesco Guardi.

Son núcleos excepcionales tanto en número como en la calidad de las láminas, ya ensambladas por sus autores y que se mantuvieron intactas después de siglos. No dibujos acabados, obras independientes destinadas a coleccionistas, sino estudios y bocetos funcionales al trabajo de los propios artistas y sus talleres, trazados a lo largo de los años, preciosos testimonios del arte y los procesos creativos de los tres artistas pero también de la vida y fisonomía de la ciudad y sus habitantes.

El álbum de Giambattista Tiepolo fue donado al Museo Correr en 1885 por el pintor de Trieste Giuseppe Lorenzo Gatteri, quien lo compró en su juventud, después de estudiar en la Academia de Bellas Artes de Venecia, no para coleccionar sino como apoyo a su propia actividad como artista Los dos fondos del taller de Pietro Longhi y Francesco Guardi fueron comprados por Teodoro Correr a los hijos de los mismos artistas poco antes de su muerte en 1830, cuando su legado a la ciudad formó el primer núcleo de los Museos Cívicos.

Giambattista Tiepolo (Venecia 1696 - Madrid 1770), cuyo 250 aniversario de muerte se produce en 2020, realizó el álbum en el período de madurez. Su mano va acompañada a veces de la de su hijo Giandomenico, que siguió utilizando el cuaderno incluso después de la muerte de su padre, para otros dibujos preparatorios. Es uno de los núcleos más importantes existentes sobre papel azul de Tiepolo, prolífico dibujante que ha explorado todos los géneros y técnicas, que aquí representa principalmente el cuerpo humano.

Para Pietro Longhi (Venecia 1701 - 1785) los temas privilegiados son previsiblemente los interiores de las casas de los patricios y la vida cotidiana de los venecianos, de los que fue un atento observador y que registró en directo. En este que es su corpus gráfico más importante y consistente encontramos junto a los dibujos, ejecutados rápidamente, con carboncillo y tiza blanca, de interiores y personas, apuntes sobre los objetos de la escena, cortinajes, botellas, sillas, elementos que luego encontrarían su lugar en sus pinturas.