El Museo Casal de 'Pazzi de Roma conserva una parte del lecho de un antiguo río, que fluía hace unos 200.000 años, precisamente donde ahora se encuentra la estructura del museo. La excavación del yacimiento, realizada en la primera mitad de la década de 1980, ha permitido sacar a la luz numerosos hallazgos geológicos, paleontológicos y arqueológicos a través de los cuales es posible, en medio de la ciudad moderna, imaginar un paisaje prehistórico que ha desapareció y es muy diferente al actual, caracterizado por grandes faunas, antiguos volcanes y grupos de hombres cazadores-recolectores. En el Museo se pueden ver algunos de los aproximadamente 4000 artefactos encontrados en las excavaciones. Se trata de fósiles de animales propios de ambientes muy diferentes al nuestro. Algunos se han extinguido, otros todavía están presentes en otros continentes, como algunos cinturones tropicales y ecuatoriales en África. Entre los restos destacan los del antiguo Elefante, cuyos colmillos alcanzaban los 4 m de longitud; luego están los rinocerontes, hipopótamos, uros, ciervos y gamos, hienas, lobos, caballos, jabalíes y aves acuáticas. También se encontraron hojas fósiles de Zelkova crenata, un árbol ahora muy extendido por el Mar Negro y el Mar Caspio, pero luego muy extendido también en la península italiana. También se exhiben piedras talladas por el hombre paleolítico y un fragmento de cráneo humano. Observando el lecho del río, el visitante puede sumergirse en el paisaje del antiguo Pleistoceno, también con el apoyo de sugerentes proyecciones con reconstrucciones virtuales sobre la vida de los hombres y animales de la época. A través de paneles didácticos es posible estudiar la historia del yacimiento, la evolución geológica del entorno, los cambios de ambientes, climas y modos de vida durante el Pleistoceno. El jardín del Pleistoceno, que rodea el espacio del museo, alberga plantas típicas del Pleistoceno que, por lo tanto, se pueden observar de cerca.