Palazzo Merulana, sede de la Fundación Elena y Claudio Cerasi, gestionada y valorizada por CoopCulture, se complace en presentar la primera retrospectiva dedicada a la pintora Anna Maria Fabriani. Reflejos y tramas de la Escuela Romana.
 

La artista, nacida en Roma en 1924, aún viva hoy, fue alumna de Carlo Socrate, uno de los principales exponentes de la Escuela Romana.

Esta exposición, que reúne préstamos de colecciones privadas y de la familia, documenta la búsqueda artística y expresiva de Fabriani, que ha durado casi un siglo.

Desde la Academia de Bellas Artes hasta hoy

Anna Maria Fabriani comenzó su trayectoria artística a finales de los años 40 en la Academia de Bellas Artes de Roma, donde estableció un vínculo artístico con Carlo Socrate.

La exposición comienza con el retrato de "Maria Magris" de 1945, encontrado dañado por la curadora Sabina Ambrogi en el sótano del palacio donde la artista vivió de 1934 a 1960, y recuperado gracias a la restauración de Cristiana Noci.

La exposición llega hasta "Limones y Amaro del Capo" de 2018, año en el que la pintora ya no pudo permanecer de pie durante muchas horas frente al caballete.

Mujeres en el arte, una exclusión de siglos

La exposición también es una respuesta que se suma al debate actual sobre las pintoras y su escasa visibilidad. El efecto de las dificultades objetivas de acceso de las mujeres a la compleja cadena del mercado del arte es la consecuente eliminación de los recorridos expositivos tradicionales, y por lo tanto también de la lectura crítica.

Una censura de una mirada femenina, que a menudo se convierte en autocensura, de una técnica, de una visión y de un universo que, sin embargo, es muy rico.

Además, en este ámbito, a menudo las pintoras, en los siglos pasados, han trabajado casi exclusivamente en el espacio doméstico, representando temas de uso y disfrute cotidiano, como en el caso de Fabriani.