Edvard Munch pasó los últimos 30 años de su vida en Ekely, su villa justo afuera de Oslo. La casa fue demolida en 1960, pero en esta exposición reconstruimos el hogar de Munch en una instalación multimedia que utiliza luz, sonido e imágenes en movimiento para contar historias de la vida de Munch.

Munch mismo dijo que su hogar era su cerebro, lo que explica por qué rara vez invitaba a personas a visitarlo: para Munch, los visitantes se sentían como una intrusión en las fibras nerviosas de su vida privada y creativa. Aun así, tenía una amplia red de amigos y conocidos que todos tuvieron influencia en su práctica artística. También fue influenciado por la época en la que vivió, caracterizada por innovación tecnológica y cambios sociales rápidos, así como por turbulencias políticas y guerras.

Aquí, obtendrás acceso no solo a la residencia privada de Munch, sino también a su vida, memoria e ideas. Una pared de exposición especialmente diseñada permite al público acercarse a las cosas que Munch poseía y usaba en su vida cotidiana.

Únete a nosotros en un viaje sensorial en el tiempo que aumentará tu comprensión de Edvard Munch como persona y tu conocimiento de su entorno en una exposición biográfica que es incomparable en el mundo de los museos.