Han pasado veinte años desde que en las afueras de Pisa, en un astillero de Ferrovie dello Stato, se descubrió uno de los yacimientos arqueológicos más ricos y complejos del siglo. A lo largo de un cauce fluvial ya desaparecido, se superponían más de treinta restos de antiguas embarcaciones, arrastradas por varias inundaciones en aproximadamente mil años de historia (desde el siglo III a.C. hasta el siglo VII d.C.), además de miles de artefactos en un estado de conservación extraordinario. Laboriosas excavaciones y complejas restauraciones finalmente han culminado en una nueva exposición museística: Le Navi Antiche di Pisa, inaugurada al público el pasado 16 de junio en los Arsenali Medicei.

La exposición, en casi 5000 metros cuadrados divididos en ocho salas temáticas, narra la historia de la ciudad de Pisa desde la época etrusca y romana, hasta la llegada de los Longobardos. El enfoque está dedicado a la relación de la ciudad con el agua y las catastróficas inundaciones; dos tramos de los arsenales están ocupados por la exposición integral de las naves, en particular el Alkedo, un barco de remos de recreo de la época augustea, para profundizar con las secciones dedicadas a las técnicas de navegación, la vida a bordo, la vestimenta, el equipaje, hasta las costumbres alimenticias, los cultos y las supersticiones.