El Parque de Vigeland (Vigelandsanlegget), ubicado dentro del extenso Parque Frogner en Oslo, es el único parque en el mundo donde todas las esculturas fueron creadas por un solo artista, Gustav Vigeland (1869–1943). Se extiende por aproximadamente 32 hectáreas, con un camino central de 850 metros diseñado por el propio Vigeland e inspirado en la geometría del barroco y el neoclasicismo.
Las 214 esculturas —en granito, bronce y hierro forjado— celebran la vida humana en todas sus etapas, desde el niño hasta el anciano, pasando por la intimidad, el conflicto, la familia y el amor. Entre las obras más icónicas se encuentran: El Puente, adornado con 58 figuras de bronce incluida la famosa The Angry Boy (Sinnataggen), símbolo de la ciudad y la espontaneidad infantil. La Fuente, donde seis gigantes sostienen una cuenca de agua central, rodeados por 20 esculturas de árboles que ilustran la vida humana a través de un camino simbólico. El Monolito, una alta columna de granito de 17 metros esculpida a partir de un solo bloque y compuesta por 121 figuras humanas entrelazadas, metáfora de la unidad y la espiritualidad humana. La Rueda de la Vida, escultura circular final que representa la eternidad y el ciclo existencial humano.
Además del recorrido escultórico, el Parque Frogner ofrece uno de los rosales más grandes de Noruega, con más de 14.000 rosas de 150 especies, ideales para un paseo perfumado. Abierto las 24 horas del día, de forma gratuita, el parque también es un lugar querido por los residentes para hacer picnics, correr y relajarse.