La zona arqueológica del Parque de Siponto es de gran importancia ya que es testigo de la importancia que alcanzó la antigua Siponto en la época romana , tras el establecimiento de la colonia en el año 194 aC Una zona arqueológica de gran importancia que da testimonio de la importancia alcanzado por la antigua Siponto en la época romana (colonia desde el 194 aC), cuando asumió el papel de uno de los principales puertos de la Regio II y luego se convirtió en la sede de una de las diócesis más importantes de la región. Tras el anegamiento del puerto y dos violentos terremotos, en 1223 y 1255, Siponto fue abandonada y los habitantes se trasladaron a la naciente ciudad fundada por el hijo del emperador Federico II de Suabia , el rey Manfredi (segunda mitad del siglo XIII), llamada Manfredonia o, bajo el posterior dominio angevino, Sypontum Novellum . Los restos de la basílica paleocristiana de tres naves con ábside central y suelo de mosaico nos recuerdan que Siponto fue sede de una de las diócesis más importantes de la región. En el interior de la basílica medieval de Santa Maria Maggiore se pueden ver preciosos suelos de mosaico relacionados con la fase de construcción de la basílica (siglo IV dC) y su reestructuración, que tuvo lugar en el siglo siguiente. La basílica medieval , construida entre finales del siglo XI y principios del siglo XII , es una de las piedras angulares de la arquitectura románica de Apulia. Tiene forma de cubo rematado en el centro por una pequeña cúpula y una cripta con entrada desde el exterior. Entre finales del siglo XII y principios del XIII sufrió numerosas reformas. Para la construcción y decoración arquitectónica se reutilizaron materiales del antiguo Siponto (columnas, capiteles). Es valioso el portal con una arquivolta sostenida por dos columnas apoyadas sobre el lomo de un león. A partir de 2016, en el Parque Arqueológico de Siponto, se creó el proyecto "Donde el arte reconstruye el tiempo", una innovadora instalación en malla de alambre del joven artista lombardo Edoardo Tresoldi que recuerda, en las formas, la última fase de la antigua basílica paleocristiana. . Compuesta por 4.500 metros de malla galvanizada electrosoldada, la basílica de malla metálica tiene 14 metros de altura y pesa alrededor de siete toneladas en total. La valiente elección de hacer dialogar la arqueología y el arte contemporáneo es parte de una visión global del paisaje entendido en su complejidad temporal entre testimonios del pasado y actualidad del presente.