La Certosa, fundada en 1366 gracias al apoyo económico de ilustres familias pisanas, se encuentra entre los olivos de Valgraziosa, bastante aislada del pueblo de Calci, a unos 1 km de distancia. Al convento se accede por dos avenidas con un sugerente camino peatonal desde el cual se disfruta de la vista perspectiva de la doble fachada del complejo. La más externa, baja, estaba destinada a funciones a las que también podían acceder los habitantes de la zona: la farmacia, la capilla de San Sebastián o de las mujeres, el locutorio, y, separada del patio de honor, un amplio espacio verde de césped, la fachada del monasterio propiamente dicho en cuyo centro se encuentra la espectacular fachada de la iglesia, revestida en mármol blanco, con una escalinata de doble rampa y el remate del frontón con la estatua de la Asunción entre ángeles. El convento, monasterio de clausura de la orden cartuja de San Bruno, fue suprimido en la época napoleónica primero, y saboyana después, pero fue habitado nuevamente por los monjes hasta 1969 cuando lo abandonaron definitivamente.
En la Certosa están abiertos al público los espacios dedicados a la vida eremítica, el claustro grande a lo largo del cual se disponen las 15 celdas de los monjes, una de las cuales está abierta a la visita, los espacios de naturaleza religiosa, la iglesia y las capillas, y aquellos donde se desarrollaba la vida cenobítica, el refectorio y el capítulo.
En la sacristía se expone la Biblia atlántica, extraordinario códice miniado del siglo XII en cuatro volúmenes; la visita a la parte monumental concluye con la hospedería granducal, el claustro de las hospederías, la pinacoteca y los largos corredores cuyas paredes están enriquecidas con refinadas decoraciones al fresco.
La Certosa alberga el Museo de Historia Natural de la Universidad de Pisa, instalado principalmente en los locales de servicio del monasterio: el grandioso granero, de unos 100 metros de longitud, el molino, las lavanderías, los patios de servicio para las actividades agrícolas.