El Castillo de Lagopesole se encuentra en la colina que domina el valle de Vitalba. Residencia de caza y "otium" de verano erigida por el emperador Federico II en 1242. La referencia a la domus de Lagopesole en el Statutum de reparatione castrorum a principios de los años cuarenta del siglo XIII atestigua con certeza la viabilidad de gran parte del edificio antes de la muerte del emperador. Los angevinos completaron la construcción restaurando los techos y equipándolo con un acueducto, establos y un pequeño lago frente a él donde se criaban y pescaban anguilas en los lagos de Versentino y Salpi. Consta de dos edificios: uno puramente residencial y otro de carácter militar, probablemente de fundación normanda. El paramento exterior del muro se caracteriza por la maciza compacidad de la superficie de sillería, interrumpida por la entrada situada en el lado occidental y protegida por dos voladizos simétricos. En el interior, los espacios están marcados por dos patios; las áreas residenciales se agrupan en dos niveles y en tres lados alrededor de la principal, en la parte norte del edificio. En la sala occidental del piso superior aún se pueden admirar las refinadas esculturas de los capiteles y los estantes de apoyo de los techos originales.