La mujer representada por expresiones figurativas que la interpretan de diversas maneras dentro de la cultura occidental permeada por el mito, la biblia, el evangelio.

Un recorrido formado por diferentes lugares que dialogan para unir siglos de historia a través de las representaciones iconográficas de Eva, María, María Magdalena, Catalina. A las que se suman Betsabé, Dalila, Leda, Medea, Penélope, representando un viaje figurativo que oscila entre la historia, el mito, las alegorías, los símbolos, la espiritualidad.

El Museo della Battaglia e di Anghiari presenta por primera vez una parte de la vasta colección Bagnobianchi con obra gráfica que va desde experiencias en el área alemana, con la creación de Eva por Michael Wohlgemuth (Nuremberg 1434-1519) en una de las más emblemáticas expresiones de la tradición del norte de Europa, que contrasta con la preciosa sábana con Adán y Eva del propio Alberto Durero (Nuremberg 1471 - 1528) y las figuras de cuerpo entero del Monstruo Marino del mismo autor. Un itinerario de 18 obras que finaliza con el célebre Hasta la muerte de Francisco de Goya (Fuendetodos, 1746-Bourdeaux, 1828), con la Olympia de Eduard Manet (París, 1832-1883), o con la Penélope de Max Klinger (Leipzig , 1857-Grossjena, 1920), pasando de una rara hoja que contiene a Leda y el cisne en un paisaje, de la obra perdida de Miguel Ángel Buonarroti.

El itinerario en el museo continúa con un pequeño panel que representa los Matrimonios Místicos de Santa Catalina, considerado una copia del célebre tema de Correggio. En este proceso, es un preludio de las formas de representación del siglo XVII en la Magdalena penitente, ya considerada durante mucho tiempo a la manera de Cristofano Allori, pero que hoy, finalmente, encuentra su atribución a Francesco Morosini con un brillante estudio. La Magdalena penitente, objeto de una reciente restauración apoyada por SAVAS a través de la Fundación Leones y la Sección de Leones de la Valtiberina, supone un auténtico descubrimiento tras la limpieza de los barnices que oscurecían su rótulo y ocultaban en parte la firma del autor.