Einstein sostenía que la imaginación es más importante que el conocimiento, porque el conocimiento es limitado, mientras que la imaginación no conoce límites. Lo mismo vale para la obra de Dobiesław Gała, el artista y maestro de Cracovia que en menos de cinco años ha conquistado el mercado mundial del arte en la disciplina de la escultura contemporánea.

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Los relieves que realiza con éxito son sofisticados híbridos de dibujo y escultura, la realización de ideas artísticas sobre fenómenos que ocurren tanto en el mundo material externo como en el más personal, que se desarrollan individualmente en la conciencia humana. Ambos están sujetos a cambios y destrucciones continuas. Por un lado es el efecto de la acción humana consciente y, por otro, el tiempo.

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¿Qué quiere comunicar el Artista al espectador contemporáneo? Bueno, mucho. Tanto a través del sujeto como a través de la forma inusual de la representación misma. Dobiesław Gała es capaz de mostrar hábilmente estos fenómenos dándoles forma de un relieve multidimensional, aparentemente congelado, que impacta con un despliegue de colores. Cada centímetro de la actuación constituye un espacio separado en el que se desarrollan los procesos siguientes.

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Las obras de Dobiesław Gała presentadas en Venecia tienen un profundo mensaje ecológico y son una respuesta a los procesos que ocurren en el mundo y en la conciencia humana. Advierten sobre los efectos de la actividad humana destructiva y utilizando una forma perfectamente desarrollada, cuyo efecto es una composición visual bien concebida, comunican la escala del deterioro ambiental, que, debido a la actividad humana irresponsable, se está transformando lentamente en estructuras congeladas.

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Zona 79, Fluidez desintegrada, Polos de la inaccesibilidad, Estructuras de la información, Epicentros, Círculos del tiempo y de los eventos, Lugares de aterrizaje, Ríos de información, Rastros desaparecidos de eventos, Lado oscuro de la Luna, Ríos de acero congelados son los títulos de las obras que se presentarán en la exposición de Venecia. También son interpretaciones artísticas de procesos y fenómenos, envueltos en el misterio y en muchos casos funcionando en el imaginario social como un mito.

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A pesar de una visión tan catastrófica, Dobiesław Gała introduce un elemento de esperanza que proviene del enorme poder de regeneración de la naturaleza, por lo que este proceso no solo puede ser revertido, sino detenido en algún momento. De ahí la intensidad del color verde azulado (pigmento) y su refuerzo con la luz, así como el uso de otros métodos artísticos (iluminación ligera de fragmentos de obras), destinados a resaltar el efecto de profundidad en el que se revelan las estructuras siguientes.

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