La performance Sulla retta via, creada por Filippo Berta en 2014 y ahora exhibida en el proyecto-espacio del Museo Ettore Fico, muestra una fila de personas que se desplazan a lo largo de la orilla.
de una playa desierta. Cada uno está concentrado en sus propios pasos tratando de seguir el límite fugaz definido por las olas, que crean una huella efímera en la que los elementos, agua y tierra, se unen y separan al mismo tiempo: el intento de los individuos por componer una línea perfecta. en la línea de las olas, sin embargo, es una meta que permanece inalcanzable ya que la forma buscada se rompe constantemente. Esta imposibilidad es provocada por los perpetuos e irregulares movimientos del mar, que se convierten en una sugerente metáfora de la imposibilidad del hombre de encontrar un equilibrio entre su propia naturaleza intuitivo-emocional, y el papel de la sociedad que condiciona y corrompe su esencia individual.

Este estado de tensión continua está en el centro del análisis de Filippo Berta, quien investiga, a través de microrrelatos de actuaciones realizadas por personas comunes y corrientes, esa particular condición humana que entre restricciones, mecanismos y dinámicas de la sociedad revela un dualismo irreconciliable, reflejado aquí. El ser humano es (des)formado por la sociedad en la que penetra

conciencias individuales y condiciona los comportamientos mentales, dirigiendo al individuo hacia roles estandarizados y hacia la competencia intrínseca. Destacando la tensión y el abismo existencial que surge a partir de este dualismo, con la obra de Filippo Berta nos acercamos pues a la búsqueda de las causas y condiciones de estas mutaciones, pero también a la identificación de una naturaleza profundamente humana.