Comisariada por Irene Calderoni
Para la exposición en la Fundación el artista presenta una nueva serie de pinturas de gran formato, obras que incorporan objetos escultóricos derivados de performances anteriores puestos en diálogo con fondos iconográficos de diferentes orígenes, pintura antigua, cine, ilustraciones literarias. Cada obra reconfigura fragmentos de imágenes que pertenecen a otras obras, historias, lugares y tiempos, en una lógica que recuerda la del bricolaje, en el sentido antropológico del término. Una de las obras presenta al animal fetiche del artista, el murciélago, antiguo héroe de la serie pictórica Bat Opera.

El trabajo de Monster Chetwynd incorpora elementos del folclore, la cultura pop antigua y contemporánea, la historia del arte, el cine y la literatura, para crear obras que se burlan de las jerarquías, subvierten las reglas e inventan nuevos rituales. Ya sean pinturas, esculturas, vídeos, instalaciones o eventos performativos, sus obras están imbuidas de ese carácter carnavalesco que Michail Bakhtin ha definido como “una forma de espectáculo sincretista de carácter ritual”, capaz de abolir distinciones y límites entre categorías de objetos. , de lugares y personas. En este sentido, el elemento performativo es central en la práctica del artista, el motor conceptual y emocional del que derivan las demás dimensiones expresivas, soportes, herramientas, fetiches o residuos de una acción viva y participativa, que pone en el centro el cuerpo, la interacción, dinámica de grupo.

Los objetos que pueblan las obras de Chetwynd son personajes de farsa, títeres, utilería y atrezzo, disfraces, telones de fondo y storyboards: en sintonía con esta explosión de energía que transforma el mundo en un teatro vivo, el universo visual de la artista es exuberante, pintoresco, sobrecogedor.