El Museo Regional “Agostino Pepoli” está ubicado en las instalaciones del antiguo convento de los Padres Carmelitas, un gran conjunto monumental construido en el siglo XIV junto al antiguo Santuario de María SS. Annunziata. Fue fundada en 1908 por el mecenas culto de Trapani Agostino Sieri Pepoli, que quería ofrecer a su ciudad natal colecciones de antigüedades y arte como regalo, incluyendo pinturas, dibujos, esculturas, mayólicas, figuras de belén, reliquias históricas, hallazgos arqueológicos y mucho más. .
Caminando por los pasillos del antiguo convento, adornado con elegantes estucos del siglo XVIII, uno queda encantado por la riqueza y variedad de las colecciones, que nos cuentan la historia de la ciudad y su territorio, la originalidad de su artesanía artística, la la vivacidad empresarial de su armada, la variedad de cultos y tradiciones religiosas. El visitante puede recorrer libremente desde las esculturas renacentistas de Antonello Gagini hasta la rica galería de arte, que incluye obras de Tiziano, Abraham Brueghel y Giacomo Balla, desde la colorida mayólica siciliana, napolitana, faentina y veneciana hasta los hallazgos arqueológicos que narran la historia antigua. del territorio, desde la colección de belenes trapaneses en madera, tela y cola hasta las reliquias de la epopeya siciliana de Garibaldi.
Sea testigo de la devoción secular a la Virgen milagrosa, guardada en el santuario contiguo, el precioso tesoro de la Virgen de Trapani, una verdadera summa de la orfebrería siciliana de finales del siglo XVI al XIX, en la que el esplendor del oro se combina con policromía de esmaltes y gemas preciosas, con la pureza del cristal de roca o el brillo de las perlas scaramazze. Finalmente, el orgullo del Museo es la colección de obras de coral, que incluye artefactos de uso sagrado y profano, una expresión de la experiencia técnica y el talento creativo de los muy hábiles arrecifes de coral de Trapani: son cálices y custodias, crucifijos y rosarios. coronas, relicarios y cojines, amuletos y joyas, que alguna vez poblaron los altares de las iglesias o las suntuosas residencias de la aristocracia siciliana y que hoy animan la centelleante sección de los "Mirabilia".