Palazzo Merulana, sede de la Fundación Elena y Claudio Cerasi, gestionado y valorizado por CoopCulture, tiene el placer de presentar En tus manos, exposición personal del escultor Matteo Pugliese, a cargo de Carmen Sabbatini.
 

La exposición cuenta con el patrocinio de Roma Capitale y con la contribución de Zurich Bank, patrocinador oficial.

Para la ocasión, la obra que da título al proyecto, En tus manos, será presentada por primera vez en Italia, en el año jubilar en curso.

El escultor, ya presente en la colección permanente con Gravitas, es protagonista de un proyecto expositivo rico y articulado de aproximadamente 50 obras que, a través de 4 secciones, analiza un tema muy importante para la investigación creativa del artista: la relación decisiva entre sacralidad e inmanencia.

Las obras de Matteo Pugliese se sitúan en una dimensión que trasciende el mero dato material para dialogar con las estructuras universales de lo sagrado.
 

Las secciones se distribuirán en los diferentes pisos expositivos del museo, generando un intercambio fructífero y un diálogo con la colección permanente.
 

El artista, con sus icónicas figuras que emergen de la materia, con las representaciones hieráticas de espíritus tutelares protegiendo el espacio sagrado y con los solares escarabajos guardianes de la memoria, realiza un gesto que evoca el eterno conflicto entre inmanencia y trascendencia, entre cuerpo y espíritu, entre olvido y eternidad. Pugliese, en particular, reinterpreta una de las mayores obras maestras del arte universal, La Última Cena de Leonardo Da Vinci, que evoca uno de los momentos más sagrados del cristianismo, "La última cena" de Cristo con sus discípulos en la instalación que da título a la exposición, En tus manos.

Italia y Roma, en el año del Jubileo y en el período alrededor de la Pascua, se convierten así en el contexto perfecto para exponer la obra.

La exposición se configura entonces como un recorrido no solo histórico-artístico, denso en contenidos y búsqueda expresiva del escultor Matteo Pugliese, sino también como una etapa de un camino ideal de peregrinación sobre los temas sagrados que el público podrá realizar, a través del portal espiritual que las artes pueden desplegar y sobre el cual enraizar una reflexión universal.