Maurizio Savini transforma el espacio expositivo en una experiencia multisensorial única, utilizando el caucho americano, conocido por su inconfundible color rosa, un material dulce y sorprendente, efímero y perecedero. Sus creaciones, repletas de criaturas fantásticas, reciben al visitante con presencias ancestrales y olores evocadores, creando una atmósfera íntima y evocadora. En el centro de la habitación, una piscina rosa se convierte en la pieza central de una sorprendente instalación, rodeada de escenarios fantásticos que incluyen una mesita de noche gigante, un taburete solitario y un pequeño misil misterioso. En el corazón del entorno, una casa modular encanta con sus visiones imaginativas, mientras que el estrecho pasillo ovalado se transforma en un flujo primordial de líquido rosa, fusionando las creaciones de Savini y dando vida, a través de su arte culto y comprometido, a nuevas ideas y narrativas.