Las Galerías Nacionales de Arte Antiguo han concluido la restauración de dos importantes pinturas de sus colecciones - Sant'Onofrio de Battistello Caracciolo (Nápoles 1578 - 1635) y El tributo de la moneda de Luca Giordano (Nápoles 1634 - 1705) que serán excepcionalmente expuestas en la sede de la Galería Corsini del 18 de julio al 27 de octubre de 2024.

Los dos trabajos de restauración fueron realizados por el Laboratorio de las Galerías Nacionales de Arte Antiguo gracias a los ingresos obtenidos con la venta del Vino Civitas que, en esta ocasión, renovó el compromiso de la Asociación Civita, en colaboración con la Tenuta Caparzo de Montalcino, de apoyar la restauración de obras particularmente significativas del museo, en virtud del acuerdo firmado desde 2019 y vigente hasta 2025.

Parte de los ingresos de las ventas del Vino Civitas de años anteriores ya han permitido restaurar la Virgen de la leche de Bartolomé Esteban Murillo y comenzar las intervenciones en una consola del siglo XVIII de la Galería Corsini, mientras que ya se ha iniciado la nueva intervención en Lucrecia de la Escuela del Guercino que finalizará en 2025.

Sant'Onofrio (óleo sobre lienzo, 180 x 116 cm.) es una obra realizada entre 1615 y 1618 por Battistello Caracciolo, uno de los primeros seguidores de Caravaggio durante su estancia en Nápoles y también uno de los artistas más talentosos que experimentaron con las nuevas técnicas introducidas por Merisi.

En este lienzo, el artista representa los efectos del ascetismo extremo del santo, que se refugió en el desierto durante más de sesenta años después de renunciar a sus orígenes reales. La escena se vuelve aún más cruda por el fondo oscuro y la luz "caravaggista" que proviene desde la parte posterior derecha, resaltando el esfuerzo físico de Onofrio apoyado en su bastón, su figura demacrada y agotada, cubierta solo por hojas, con su larga barba y cabello blanco.

La reciente restauración - dirigida por Yuri Primarosa y realizada por Laura De Vincenzo y Vega Santodonato - permite una lectura completa de la pintura y sus valores cromáticos, además de confirmar la centralidad del dibujo en la técnica de Battistello, según revelaron los estudios diagnósticos. El descubrimiento de una marca continua en los cuatro lados a unos 10 cm del borde del lienzo (incompatible con el enmarcado de un "cuadro de sala") también ha permitido precisar la hipótesis de un origen antiguo de la pintura en una iglesia, quizás como retablo lateral.