Nora fue fundada por los fenicios, a finales del siglo VIII o VII aC, en el encantador promontorio de Capo di Pula , entre el mar y los estanques. Actualmente en el antiguo centro comercial fenicio, púnico y luego romano, podemos observar la necrópolis fenicia, el conjunto habitacional y el tophet púnico.

Entre las antiguas calles pavimentadas en andesita, todavía se puede admirar uno de los edificios mejor conservados de Nora, el hermoso teatro, construido a principios del siglo I aC Impresionantes son las estructuras termales, a menudo decoradas con magníficos mosaicos que datan de entre los siglos II y IV dC Diversas estructuras religiosas como el Templo de Tanit de época púnica, situado en la colina del mismo nombre, el templo n. 6 o el santuario de Esculapio del siglo II-III dC

Existen también numerosas obras de vivienda particular, a menudo dotadas de aljibes, construidas con muros en opus caementicium y africanum , a veces de especial prestigio, como la casa del atrio tetrástilo, con los sugerentes mosaicos del siglo III-IV d.C. del mar se encuentra el foro, de forma regular, que conserva bases de estatuas honoríficas de personajes ilustres.

Tras un largo período que se inició en el siglo V d.C., la ciudad fue definitivamente abandonada en el siglo VIII d.C., tras frecuentes ataques piratas y vándalos. Desde finales del siglo XIX, la ciudad fue redescubierta gracias a las investigaciones de Nissardi y Vivanet y luego a raíz de las excavaciones realizadas a partir de 1952. Del sitio de Nora, uno de los más importantes del sur de Cerdeña, surge uno de los más importantes importantes testimonios de la arqueología sarda, la famosa Estela de Nora (finales del siglo IX-principios del siglo VIII aC), en la que aparece el testimonio más antiguo del nombre de Cerdeña.