'No tendrás otro estilo aparte de mí'. Podría ser una frase símbolo de una supermodelo de los años 90, aquellas lanzadas por el genio visionario de Gianni Versace. Un concepto que identifica los cincuenta años que han cambiado la sociedad italiana y se remonta al escandaloso eslogan 'No tendrás otros jeans aparte de mí' que acompañaba la foto de Oliviero Toscani para Jesus jeans.

Justo a la evolución de la promoción publicitaria en Italia en el sector de la moda durante la segunda mitad del siglo XX, del 13 de septiembre al 14 de diciembre de 2025, se dedica la nueva exposición de la Fundación Magnani-Rocca Rocca - la célebre Villa dei Capolavori en Mamiano di Traversetolo, cerca de Parma - montada en los salones contiguos a los que albergan permanentemente obras capitales de Tiziano, Durero, Van Dyck, Goya, Canova, Renoir, Monet, Cézanne, Morandi y muchos otros. 

Más de trescientas obras - entre carteles, revistas, anuncios, fotografías, cine, video, artículos publicitarios e incluso las míticas figuritas de Fiorucci - en un recorrido inédito que atraviesa medio siglo de transformaciones del imaginario colectivo, con una mirada filológica y a la vez poética sobre la historia de la moda y su comunicación. El cine y la televisión se convierten en su espejo, con anuncios que han entrado en el mito colectivo.

Desde 1950 hasta 2000, el estilo italiano se proyecta en el mundo.

Armani, Benetton, Dolce & Gabbana, Emilio Pucci, Fendi, Fiorucci, Gianfranco Ferré, Guarnera, Gucci, Marina Rinaldi, Max Mara, Moschino, Salvatore Ferragamo, Valentino, Versace, Coveri, Zegna, Walter Albini son los protagonistas del Made in Italy de esos años.

Las fotografías de los grandes maestros de la fotografía de moda - Giampaolo Barbieri, Giovanni Gastel, Alfa Castaldi, Maria Vittoria Backhaus - y las ilustraciones de René Gruau, Sepo, Erberto Carboni, Franco Grignani, Guido Crepax, Antonio Lopez, Lora Lamm, junto con el trabajo particular y desestabilizante de Oliviero Toscani, devuelven una estética que es a la vez relato publicitario y retrato de una época.

La moda se confirma como una potente máquina de comunicación y se define cada vez más como lenguaje y performance del cuerpo. La exposición cuenta cómo la moda y la publicidad, juntas, han sabido atravesar los cambios económicos, sociales y culturales de nuestro país para generar mitos, estereotipos, creatividad y deseos.