En el principio era la luz. Pero también el agua y el fuego, la cera y el plomo pulidos por el tiempo y los eventos atmosféricos. En la obra del artista napolitano (clase 1953), la energía arcaica de los elementos dialoga con iconografías clásicas, con los temas de lo sagrado y lo invisible. Para el MAN de Nuoro, Gregorio Botta estudia un proyecto inédito que, partiendo de su investigación sobre el equilibrio y el silencio, destila en el espacio presencias abstractas, juegos de reflejos y transparencias en la materia, geometrías puras y gotas de lluvia, arroyos de agua y pentagramas puntuados de formas minimalistas.

El título de la exposición "El silencio es tan preciso", inspirado en una frase de Mark Rothko, abarca un recorrido en el que la precisión del dibujo traza horizontes cercanos, marca el tiempo en los circuitos y en los engranajes de pequeñas máquinas célibes, como las habría definido Duchamp; máquinas absurdas, sin una funcionalidad específica, pero poéticas en su orquestación de movimientos en el vacío, producir sonidos, vapores o grafías libres en el espacio.

El hierro y el vidrio, el alabastro y las flores secas, combinados entre sí producen paisajes íntimos, arquitecturas de cámara, referencias a iconografías cotidianas, objetos, símbolos, alegorías de una existencia cosida en papel encerado, que se consume, se desgasta y se transfigura en la espera. Epifanías y desapariciones, secretos y revelaciones imperceptibles traicionan la vocación de Botta por "un arte de quitar, de poco, de menos, esperando llegar a un arte de nada. Un arte que desaparezca y deje solo, como una vibración, como un motor secreto, la acción para la cual nació".

La huella es rastro de un legado en la serie Pompeya. El peso del humo es supervivencia de la materia en la obra que da título a la exposición. Y luego la cera fundida en formas arquetípicas evoca geometrías morandianas en un plano de cristal que se extiende infinitamente en el ciclo de los Horizontes, donde el eterno tema del umbral lleva consigo la larga literatura del límite entre lo visible y lo invisible, entre contingencia e inmaterial.