El Museo Estatal de Mileto , nació a raíz de un acuerdo de 1991 entre el entonces Ministerio del Patrimonio Cultural y Ambiental, la Diócesis de Mileto-Nicotera-Tropea (organismo propietario de la mayor parte de las obras expuestas), la administración provincial de Vibo Valentia y la Municipio de Mileto. Situado en el centro de la ciudad, junto a la Catedral de Santa Maria Assunta, el Museo está instalado en un ala del austero Palacio Episcopal propiedad de la Curia, cuya construcción, iniciada bajo el obispo Capece Minutolo (1792-1824), se terminó hacia 1860 bajo la regencia del obispo Filippo Mincione. Se exhibe una rica colección con una fuerte connotación histórico-artística, caracterizada por una gran variedad cronológica y tipológica de las piezas.

La colección, que abarca un lapso de tiempo entre la época bajoimperial y el siglo XIX, se distribuye en seis salas distribuidas en dos plantas: En las dos salas de la planta baja se pueden admirar los hallazgos de época romana, probablemente procedentes del yacimiento del antiguo Hiponio ,   y artefactos medievales de la antigua abadía benedictina de SS. Trinidad y la Catedral Vieja. Los fragmentos de ventanas policromadas y el rico corpus de capiteles del arte normando (siglos XI-XII) son de considerable interés. La primera sala del segundo piso alberga la documentación del siglo XIV, formada por los restos de los monumentales sarcófagos de Ruggero Sanseverino y Giovanna d'Aquino y otras obras atribuidas a una única personalidad artística conocida como el "Maestro de Mileto". En las siguientes cuatro salas la exposición está dedicada a una valiosa colección de arte sacro. Puede admirar vestimentas sagradas y platería refinada, incluido un incensario del siglo XV y un recipiente de incienso del siglo XVI y los dos bustos de San Nicola di Bari (siglo XVIII) y San Fortunato martire (siglo XIX). También es de gran interés el crucifijo de marfil atribuido a Alessandro Algardi (siglo XVII) y algunas pinturas de carácter devocional, como el icono sobre pizarra de San Nicola di Bari (siglo XVII) y la pintura de la Madonna della Pace de Giuseppe Naso (Siglo XIX).