Estas obras están inspiradas en los cables de las paredes de hormigón del nuevo estudio en construcción de Kris Ruhs en Bovisa, Milán. Mientras el caos parece hacerse cargo, el artista responde a los desafíos diarios que enfrenta creando un mundo de flores. Los residuos de construcción se procesan y moldean. Los hilos se trabajan y enrollan juntos, y finalmente se unen a papel pintado, pulido y arrugado.

Las delicadas composiciones florales se acompañan aquí de pinturas que remiten a la armonía de la naturaleza. El "Pequeño Salón de las Flores" es un apacible jardín de belleza, un espacio floral en el que hacer una pausa para la reflexión. La presencia calmante de las flores actúa como un antídoto sereno a la agresión visual de lo contemporáneo. Una pequeña habitación de talismanes floridos trae la esencia de la paz, una flor, a nuestro futuro.