La antigua ciudad de Roselle es hoy un importante sitio arqueológico con testimonios etruscos, romanos y medievales, inmerso en un maravilloso contexto paisajístico. El recorrido de visita transcurre a lo largo de la imponente muralla, construida por los etruscos en defensa de la ciudad en el siglo VI a.C., y conduce a la famosa casa del impluvium, una de las más antiguas evidencias de vivienda etrusca, y al anfiteatro romano del siglo I d.C., que conserva una acústica excepcional y desde donde se puede admirar una impresionante vista de la llanura de Grosseto, antiguamente el lago Prile, una amplia laguna que permitía el acceso al mar. En el valle se encuentra el foro de la ciudad romana con sus edificios sagrados y cívicos, una domus con extraordinarios suelos de mosaico, así como un edificio que data de la ciudad etrusca del siglo VII a.C. El itinerario continúa en la colina sur, que conserva los restos de un templo, una gran cisterna y estructuras de tipo artesanal. Otro recorrido, que lleva a un extraordinario roble monumental, permite visitar el complejo de las termas adrianas, que con el tiempo se transformaron en iglesia y luego en cementerio lombardo. Avanzando aún a lo largo del decumano, la visita concluye admirando otro complejo termal, construido en el siglo IV d.C.