El Museo de Villa Croce propone, con la gran exposición Gaetano Pesce. En memoria de un amigo, un homenaje a la labor e investigación de uno de los maestros del diseño y la arquitectura contemporáneos, célebre internacionalmente. Al mismo tiempo quiere recordar a un amigo y otra gran figura del mundo de la cultura contemporánea recientemente fallecida, Germano Celant, que sigue siendo una figura fundamental en la historia del arte.

Artista, arquitecto, escultor y diseñador, nacido en La Spezia pero ahora permanentemente en Nueva York, donde vive desde 1980, Pesce siempre se ha distinguido como un autor excéntrico y ecléctico, expresión del ala más innovadora y radical del Diseño Italiano de la década de 1960

El principal motor del artista es la continua experimentación que involucra tanto las formas, con sus objetos, decididamente materiales, que adquieren aspectos bizarros e impredecibles, como los materiales, a menudo suaves, ligeros y transformables al tacto, porque están vivos y en movimiento, como resinas, poliuretano, elastómero y silicona. Las obras resultantes son piezas únicas, con una individualidad propia que las distingue unas de otras porque, según Pesce, “la democracia debe garantizar y proteger la diversidad, no la igualdad”. La variación y la multidisciplinariedad son los elementos fundamentales de su forma de proceder y de hacer arte, un arte que quiere ser "activo" para generar un cambio positivo en la sociedad contemporánea. La exposición entrelaza obras históricas y revisitadas en las dos plantas de la villa, como la icónica butaca Up5 & 6 que destaca en el espacio que recibe a los visitantes en la planta baja, con sus formas antropomórficas magnificadas por la diosa de la fertilidad que, en al mismo tiempo, denuncian la condición de la mujer, todavía hoy víctima de la violencia, o Moloch de 1972, una macroversión de la famosa lámpara de sobremesa L1, nacida en 1937 gracias al diseñador Jacob Jacobsen, con las obras más recientes como el Pelli (Piel Industrial) en resina fina como una capa de piel, colgando del techo de la gran sala decorada del primer piso, los Jarrones, que parecen derretirse como cera de colores derretida, las mesas y sillas, algunas como las Pratt La serie de sillas comenzó ya en los años 80 y las lámparas, Pulcinella y el aplique Woman en papel maché recubierto de resina de poliuretano.