El Palacio Ducal de Génova presenta una gran retrospectiva sobre uno de los más grandes fotógrafos del siglo XX: André Kertész. Más de 180 fotografías recorren, divididas en cinco secciones, toda la trayectoria artística del maestro húngaro, que en más de cincuenta años de carrera siempre ha utilizado la fotografía como si fuera su diario visual destinado a revelar la poesía que se esconde detrás de las cosas sencillas y anónimas de la cotidianidad. , capturado a través de perspectivas únicas y revolucionarias.

Kertész ha pasado toda su vida en busca de la aceptación de crítica y público. Su arte nunca ha abordado ningún tema político y se ha mantenido ligado a los aspectos más sencillos de la vida cotidiana, con tonos muy intimistas y líricos. Solo los últimos años de su vida y los posteriores a su muerte marcan un renovado interés por tomas que logran ser atemporales. Considerado por Henry Cartier-Bresson como el padre de la fotografía contemporánea y por Brassai como su maestro, Kertész ha demostrado cómo cualquier aspecto del mundo, desde el más banal hasta el más importante, merece ser fotografiado. Entre los pioneros de la fotografía directa, con sus constantes cambios de estilo, temática y lenguaje, si por un lado nos impiden situar la obra del fotógrafo húngaro en un campo estético exclusivo, por otro demuestran su versatilidad y continua búsqueda comunicativa.