El Museo MA*GA acoge una amplia retrospectiva que gira en torno a la figura de Vassily Kandinsky, uno de los pioneros del arte abstracto.

Curada por Emma Zanella y Elisabetta Barisoni, diseñada y realizada por el Museo MA*GA y la Fondazione Musei Civici di Venezia, Galleria Internazionale d’Arte Moderna di Ca’ Pesaro, la exposición se centrará en la centralidad de la obra y del pensamiento del maestro ruso en relación con la escena europea y, en particular, con la gran temporada del abstraccionismo italiano que se desarrolló entre los años treinta y cincuenta del siglo XX.

A través de 130 obras, con obras maestras procedentes de Ca’ Pesaro, del Museo MA*GA y de prestigiosas colecciones públicas y privadas, se repasará el nacimiento del arte abstracto y su evolución europea e italiana, aún hoy viva y presente en el lenguaje creativo contemporáneo.


La exposición se abre con una primera amplia sección destinada a presentar el ambiente cultural internacional, tal como se desarrolló entre los años veinte y treinta del siglo pasado, es decir, cuando Kandinsky, con sus clases en la Bauhaus, influyó en el desarrollo de la pintura gracias también al diálogo abierto con los grandes maestros del Abstraccionismo Europeo como Paul Klee, Jean Arp, Joan Miró, Alexander Calder, Antoni Tàpies, que definieron el nacimiento y la persistencia del arte abstracto desde las primeras décadas de las Vanguardias Históricas hasta los años cincuenta del siglo XX, en Europa y en Italia.

En la segunda sección, la exposición continúa con un enfoque en la relación profunda y controvertida entre Kandinsky y los artistas italianos: fundamental es la exposición personal dedicada a él en la Galleria del Milione de Milán en 1934, ocasión de reflexión y debate entre los artistas italianos contrarios a la figuración dominante. El nacimiento y la persistencia del arte abstracto, desde las Vanguardias Históricas hasta los años cincuenta, se reflejan así en los lenguajes de Lucio Fontana, Osvaldo Licini, Fausto Melotti, Manlio Rho, Enrico Prampolini, Atanasio Soldati y Luigi Veronesi.


En la posguerra, el pensamiento y la obra de Kandinsky permanecieron en el centro de la escena italiana gracias sobre todo a algunas importantes exposiciones como Arte abstracto y concreto de 1947 en Milán, Arte Abstracto en Italia de 1948 en Roma y a movimientos y grupos como Forma (1947), MAC (1948), Origine (1951), que acercaron a los maestros históricos a los artistas más jóvenes, deseosos de encontrar en Kandinsky la clave para ingresar de manera autónoma en un nuevo mundo visual. De esto trata la tercera y última sección de la exposición, con obras de Carla Accardi, Giuseppe Capogrossi, Piero Dorazio, Roberto Sebastián Matta, Achille Perilli, Antonio Sanfilippo, Emilio Vedova.