El conjunto monástico benedictino de San Vincenzo al Volturno tiene un valor histórico inestimable, siendo el conjunto monástico altomedieval más grande y mejor conservado de Europa.El monasterio fue fundado en el siglo VIII por tres jóvenes nobles de Benevento, Paldo, Taso y Tato y con el a llegada de los francos en 774 quedó sujeta directamente a la autoridad de Carlomagno en 787. La elección del abad Josué (792-817) marcó el momento más importante del ascenso político y espiritual, a través de un vasto programa de reorganización arquitectónica que transformó San Vincenzo en una de las ciudades monásticas más importantes de Europa. El complejo no sólo contaba con nueve iglesias, sino también con numerosos talleres de refinados artesanos que se destacaron en la orfebrería y la producción de vidrio, cuyos hallazgos se conservan en el museo arqueológico de Venafro.San Vincenzo fue atacado e incendiado por los sarracenos en el año 881. la reconstrucción del monasterio tendrá lugar sólo a finales del siglo X pero a finales del siglo XI, debido a la amenaza normanda, el monasterio fue trasladado a lo largo de la margen derecha del Volturno, más seguro y defendible ("San Vincenzo Nuevo”).

Durante el siglo XIII-XV comenzó la decadencia y desintegración del conjunto monástico y sus propiedades territoriales, que el Papa Inocencio XII (1615-1700) transfirió en 1699 bajo la jurisdicción de la Abadía de Montecassino, de la que aún hoy dependen los restos. de frescos quedan, los pisos de mármol, y los altares que restituyen la idea de belleza y armonía arquitectónica, además de la “Cripta de Epifanio”, cuyos frescos representan uno de los ciclos pictóricos más importantes de la alta Edad Media europea.