Han pasado treinta y seis años, más de una generación, desde la gran exposición que en 1987 Brescia dedicó a Giacomo Ceruti (Milán, 1698-1767). Ha llegado, pues, el momento de volver a investigar a este pintor que, con sus conmovedoras representaciones de las clases humildes y sus penetrantes retratos, se consagró como una de las voces más originales de la cultura figurativa del siglo XVIII.

Lo que hace necesaria una nueva mirada sobre la figura del artista es el hecho de que, en estos treinta y cinco años, el conocimiento y valoración de su fisonomía ha cambiado en cierto modo, en algunos aspectos, radicalmente.

Gracias a préstamos excepcionales de París, Viena, Madrid, Gotemburgo y numerosas colecciones públicas y privadas italianas, la gran monografía Ceruti diseñada por la Fundación Brescia Musei destaca, por un lado, las raíces de Giacomo Ceruti en la aventura de 'pintar la realidad' en Lombardía, por otro el alcance internacional de su carrera.

La exposición, una coproducción excepcional con el Getty Center , se exhibirá de hecho en Los Ángeles a partir del 18 de julio.