El interés que encierra esta tablilla es doble y atañe a su autor y al retratado, que establecen estrechas relaciones personales a partir de 1523, año en el que Holbein retrata a Erasmo por primera vez en el cuadro que ahora se encuentra en el castillo de Longford, colección del conde de Radnor. , a la que seguirán muchas otras versiones, incluida la famosísima conservada en el Louvre, probablemente destinada a Tomás Moro y de la que también existen dibujos preparatorios para las manos. Así como Cranach fue el retratista de Martín Lutero, Holbein será el pintor de Erasmo, determinando una relación y una armonía mental que oscila entre la vanidad, la lúcida objetividad, el análisis psicológico y el rigor intelectual, que transpiran en los escritos de uno y en las pinturas de el otro.
El artista y el intelectual parecen proceder, a pesar de la diversidad de las herramientas expresivas utilizadas, con la misma apertura mental, lo que traerá consenso pero también temibles desacuerdos con las partes enfrentadas. La pintura de Holbein recibirá la aprobación de científicos, comerciantes, embajadores, así como de la rica burguesía, hasta la corte de Enrique VIII (Roberts 1993), de la que modula intensos retratos, que le convertirán en uno de los artistas alemanes más aclamados. entre el '400 y el '500 por su interpretación del retrato de perfil, de frente, trocar y de cuerpo entero y medio cuerpo, realizado con el empeño de dejar a la posteridad una imagen realista e inconfundible de las diversas personalidades retratadas.
Título: Erasmo de Róterdam
Autor: Hans Holbein il Giovane
Fecha: 1530
Técnica: Aceite en la mesa
Expuesto en: galería Nacional
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