El escultor, inspirado en el antiguo mito difundido sobre todo por Ovidio en sus Metamorfosis, capta el momento en que Plutón, rey del inframundo, secuestra por la fuerza a Proserpina, hija de la diosa Ceres, quien desesperadamente levanta su brazo hacia el cielo en una forma extrema. buscando ayuda. Francesco Maria Schiaffino, formado en Roma en el taller de Camillo Rusconi, propone un modelo del maestro inspirado a su vez en el célebre grupo de Gian Lorenzo Bernini conservado en Roma en la Galería Borghese, resolviendo su acentuado dinamismo en una interpretación más decorativa típica de la sensibilidad de la cultura rococó. A los pies de los dos personajes, asiste al evento el temible perro de tres cabezas del dios Cerbero, según cuenta el antiguo guardián del más allá. El escultor obtiene una finísima reproducción de los detalles, haciendo que el mármol sea casi dúctil, como se ve en las manos de Plutón presionando sobre la carne blanda de Proserpina. El drama terminará entonces con un final feliz: gracias a una granada que le ofrece Plutón, Proserpina se enamorará del dios hasta casarse con él y convertirse en la reina de Hades. Sin embargo, se le permitió vivir seis meses al año en la tierra con su madre Ceres, haciendo florecer los prados y dando comienzo a la primavera. Los antiguos con este mito explicaban el cambio de las estaciones.