Rara y exclusiva forma de jarrón utilizado durante los banquetes por la aristocracia ateniense entre finales del siglo VI y principios del V a.C.: lleno de nieve o agua helada se colocaba a flotar para enfriarlo en el vino ya diluido dentro de un gran cráter. Su singularidad se ve reforzada por la presencia a ambos lados de la firma del pintor Eutimides (es decir, de buen espíritu): artista consagrado, es uno de los protagonistas absolutos entre el 525 y el 500 a. del nuevo estilo de figuras rojas, que experimenta con la representación del escorzo y el uso de pintura diluida para realzar la anatomía escultórica de los cuerpos. En un lado se representan dos luchadores: a la izquierda el héroe Teseo, a la derecha, identificado por una palabra incompleta, Klytios (?). En el lado opuesto, otros dos atletas están representados usando el strigil, el instrumento curvo con el que se limpiaba el cuerpo del sudor y el polvo después de la competencia: el nombre Faillo identifica al joven de la derecha en el famoso atleta de Crotone que ganó tres tiempos a los juegos pitios de Delfos. Entre las piernas de Teseo también hay un comentario a la escena: ¡Bravo, sí claro!