En este capitel, que representa episodios del Génesis, la historia se desarrolla sin cesuras y la sucesión de escenas está marcada por el movimiento de las figuras y la presencia repetida del árbol con la Serpiente en posición angular. La narración comienza con Adán y Eva siendo conducidos al Paraíso Terrenal: un Dios joven, imberbe y de cabello largo, vestido con una túnica larga y un manto que cae sobre su hombro, lleva de la mano a Adán desnudo, seguido de Eva. La narración prosigue con el episodio de la tentación de Eva: los Progenitores, vestidos con túnicas largas rematadas en el cuello y puños hechos con un adorno de dril, están sentados en un banco historiado, detrás de ellos un arbolito de tres grandes hojas divide simétricamente el escenario y lo ambienta; por una parte Eva con la mano levantada cerca de su rostro parece escuchar a la serpiente tentadora envuelta en el tronco del árbol cargado de frutos, por otra parte Adán, sentado en posición frontal con una flor en la mano, no participa de la "entrevista" que tiene lugar a su derecha. En la siguiente escena aparece Eva ofreciendo los frutos a Adán, mientras que el cuarto lado representa la vergüenza de los Progenitores tras el pecado cometido: desnudos y avergonzados Adán y Eva están sentados en las ramas inferiores del árbol fructífero, según una iconografía que recuerda simbólicamente el 'árbol genealógico'.
Título: Ermita
Autor: Benedetto Antelami
Fecha: 1178
Técnica: Escultura de mármol blanco
Expuesto en: galería Nacional
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