El menaje farmacéutico constituye un núcleo importante en la colección, también porque es numéricamente consistente. Ha llegado al Municipio a través de la donación del Ente Hospitalario de Gubbio. Desde la Edad Media, la cerámica ha sido, junto con el vidrio, el material preferido para conservar las hierbas, las especias y los numerosos componentes de las preparaciones medicinales, por su practicidad y facilidad de limpieza. A partir de mediados del siglo XV se estableció la costumbre de escribir directamente en los frascos el nombre del producto que contenían, o dejar vacío el cartucho para la aplicación de una etiqueta de papel. El corpus más antiguo de la colección está principalmente caracterizado por vertedores para medicamentos líquidos (frascos abombados con cuello cilíndrico y un pico tubular) y por la serie de albarelos (forma cilíndrica con estrangulamiento en el centro y cuello corto destinados a preparaciones densas, oleosas y especias). Para completar la colección, una serie de crisoles y alambiques de terracota utilizados para la destilación.