Uno de los objetos ecuestres más refinados es el cabecero grabado con el monograma Medinaceli, en alusión a Juan della Cerda, cuarto duque de Medinaceli y gobernador de Sicilia desde 1557. El cabecero tiene una importancia considerable, no sólo por la espléndida ejecución del artefacto o por la importancia del cliente, sino también porque todas las demás piezas aún se conservan en varias armerías de todo el mundo: en la Real Armería de Turín está la armadura del caballo con parte del bardo, en la armería del castillo Konopiste el escudo y el casco entrelazado en el Museo de Arte de Filadelfia.